Flores, de la dicha mía
Jerogríficos, señora,
Que nacieron a la Aurora
Y murieron en el día.
Calderón de la Barca
El género artístico del bodegón fue ampliamente practicado en el Barroco europeo, teniendo ejemplos tan notables como el caso del español Juan Sánchez Cotán. El término vanitas, en referencia a los bodegones hechos en esta época, se relacionaba con la vacuidad y la insignificancia de las cosas. La serie que se presenta a continuación ahonda en lo efímero de la tecnología y su obsolescencia programada. Presenta, como si de un gabinete de curiosidades se tratase, unos artefactos tecnológicos que en su momento fueron innovadores pero que hoy en día son inservibles.
Además de la tecnología anticuada presente en estas imágenes, las tres naturalezas muertas -a modo de tríptico narrativo- se complementan con una serie de objetos que aportan significados simbólicos. En la primera imagen, la escultura “Triunfo” del artista Héctor Orruño cuestiona precisamente el paso del tiempo y la insignificancia de vivir en un mundo de transición, caballo galopante que es la muerte sobre la existencia humana. En la imagen central del tríptico, la esfinge griega interroga y predice en forma de enigma, siempre atenta a la mirada del dios Poseidón. Por último, en la tercera imagen, con mirada irónica y actitud juguetona, unos perros Foo de frágil porcelana azul protegen el lugar a la espera de buenos augurios.
