Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan solo ahora la hemos de gozar.
Federico García Lorca
Los romanos utilizaban la expresión latina memento mori, que significa “recuerda que morirás”, para referirse a la fugacidad de la vida y recordarnos que nuestra existencia no es más que un insignificante suspiro en la eternidad del tiempo. Nos recuerda, además, de la importancia de bailar con la muerte, sentirla, cohabitar con ella y ser consciente de que, irremediablemente, un día nos llegará y acabará con nosotros. Así, el memento mori nos evoca la importancia de vivir plenamente, sentir de una manera completa y valorar cada instante de nuestra efímera existencia.
Por otro lado, el cristianismo, presente de una manera iconográfica en la nueva colección de joyas del Taller de Feeas a través de la apropiación de antiguos rosarios, cruces, relicarios, pequeñas pilas baptismales e imágenes de la Virgen y de Cristo, ha desarrollado a lo largo de la historia una compleja escatología acerca del más allá y de la proximidad de la muerte. Las ideas de la culpa, el sacrificio, la redención y el perdón cohabitan con una teología que niega, frecuentemente, los placeres de la vida, tal y como les ocurrieron a Adán y Eva al morder la manzana prohibida.
Las joyas de la nueva colección del Taller de Feeas utilizan elementos iconográficos del cristianismo, junto a antiguas prótesis oculares, fragmentos de muñecas de porcelana y vetustos objetos diversos rescatados de rastros y de anticuarios. Las fotografías realizadas han pretendido construir una sucesión de personajes cimentados a partir de plastilina de muy diversos colores, un divertido objeto que irremediablemente nos recuerda la infancia y la inocencia del despertar de la vida, pero que además posee unas cualidades plásticas y estéticas apropiadas para la construcción de grotescos personajes que bailan a la vida, se miran ante el espejo de la muerte con una gran sonrisa y celebran su paso por la vida.
A fin de cuentas, la nueva colección de joyas del Taller de Feeas sigue fielmente las palabras de Federico García Lorca cuando afirmaba en su primera obra teatral titulada El maleficio de la mariposa, en boca del personaje de doña Curiana, lo siguiente: “desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan solo ahora la hemos de gozar”.
